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PRODUCIR VERSUS IMPORTAR

Por: Tema(s): En: El Telégrafo 11 mar. 2002, P. A. 4Resumen: Bajo este título Fabián Izurieta Mora Bowen acaba de publicar un artículo en el que expresa una enorme preocupación porque la balanza comercial, en el año 2001, es negativa en un monto de 1,900 millones de dólares. Aunque la preocupación podría ser válida, la receta: "subir aranceles, prohibir o desestimular la importación de artículos cuya producción ocupa fuertes cantidades de mano de obra ecuatoriana", es desastrosa. Veamos algunos puntos conceptuales. Las importaciones son los beneficios que recibimos de las exportaciones (costos). Si se importa más que lo que se exporta, los beneficios exceden los costos. El sentido común me dice que eso no es malo. El problema no está en la diferencia, el problema radica en que si las exportaciones se reducen, entonces, no vamos a poder pagar las importaciones. En segundo lugar, si las exportaciones no son suficientes para pagar las importaciones, de algún lado hay que sacar los dólares para cubrir la diferencia. Y estos dólares sólo pueden venir de las remesas de los residentes en el extranjero, préstamos y capitales a la empresa privada, y préstamos del exterior para el sector público. El remedio está en una prohibición o limitación estricta al gasto fiscal (si es posible a nivel constitucional) porque el gasto estatal es el que impulsa la necesidad de préstamos del exterior y el aumento de impuestos.
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Analítica de Seriada Analítica de Seriada BIBLIOTECA ECONÓMICA BCE - QUITO El Telégrafo. 11 mar. 2002, P. A. 4 Disponible

Bajo este título Fabián Izurieta Mora Bowen acaba de publicar un artículo en el que expresa una enorme preocupación porque la balanza comercial, en el año 2001, es negativa en un monto de 1,900 millones de dólares. Aunque la preocupación podría ser válida, la receta: "subir aranceles, prohibir o desestimular la importación de artículos cuya producción ocupa fuertes cantidades de mano de obra ecuatoriana", es desastrosa. Veamos algunos puntos conceptuales. Las importaciones son los beneficios que recibimos de las exportaciones (costos). Si se importa más que lo que se exporta, los beneficios exceden los costos. El sentido común me dice que eso no es malo. El problema no está en la diferencia, el problema radica en que si las exportaciones se reducen, entonces, no vamos a poder pagar las importaciones. En segundo lugar, si las exportaciones no son suficientes para pagar las importaciones, de algún lado hay que sacar los dólares para cubrir la diferencia. Y estos dólares sólo pueden venir de las remesas de los residentes en el extranjero, préstamos y capitales a la empresa privada, y préstamos del exterior para el sector público. El remedio está en una prohibición o limitación estricta al gasto fiscal (si es posible a nivel constitucional) porque el gasto estatal es el que impulsa la necesidad de préstamos del exterior y el aumento de impuestos.

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