OBJETIVOS CONTRAPUESTOS

La tan conversada y analizada Agencia de Garantías de Depósitos (AGD), es un fiel reflejo de lo que constituye la creación de una entidad con objetivos contrapuestos o excluyentes uno del otro. Por una parte, se le encargó que administrara y pagara el seguro de depósitos de los clientes del sistema financiero y, por otro, se le estableció la obligatoriedad y facultad para que recuperara los créditos otorgados por la banca en restructuración y saneamiento. ¿En qué sentido esos propósitos son contrapuestos? En la medida en que, mientras más recupere la AGD la cartera colocada por los bancos bajo su control, más dinero tiene para pagar a los depositantes, lo que significa menor cantidad de fondos que le devuelve al Estado por todos los préstamos y créditos de liquidez entregados a la banca estatizada. El caso de la disyuntiva entre el equilibrio externo, también conocido como el de la cuenta corriente de la balanza de pagos, frente al crecimiento económico, es otro ejemplo de conflicto. Mientras más se reduzca el superávit externo o de balanza comercial, cuando este se sustenta en importaciones mayores a exportaciones, caso actual, mayor podría ser el crecimiento económico que experimente el país. No obstante, puede ser este un crecimiento del PIB inestable, pues, si llegaran a faltar divisas por un comercio exterior poco favorable, mayor dependencia se tendría de la inversión extranjera y del endeudamiento externo, lo que podría tornar poco sostenido el crecimiento del PIB. Es también fundamental discriminar entre objetivos de corto y largo plazos, pues es común encontrar conflictos entre lo que aparece como conveniente hoy y lo que realmente le conviene al país en adelante. Estos eventuales dilemas o conflictos de la política económica son precisamente los que deben ser resueltos por las autoridades económicas, y es aquí también donde reside el arte y, así mismo, la dificultad de hacer política económica.