LA CRISIS ARGENTINA YA ESTA CON NOSOTROS
Tema(s): En: El Telégrafo 16 jul. 2001, p. A. 2Resumen: Frente a la creencia de que la dolarización es escudo suficiente para estar a salvo de los efectos que serían diseminados por la enfermedad financiera hay que actuar con realismo pragmático. Yo creo que Ecuador tiene una ventaja para sacarle provecho a las dificultades que se avizoran: está a la zaga en materia de reformas económicas, pero ha dado un paso audaz con la dolarización. Es como haber avanzado tímidamente pocos metros sobre un camino fangoso y aparentemente sin retorno, en el que Argentina ya ha transitado el trecho más largo. Entonces el sentido común indica que un mínimo instinto de protección aconseja eludir los obstáculos para evitar las caídas del que va adelante. Y eso es lo que se debe hacer: no depender del endeudamiento para crecer, sino de las inversiones, porque es mejor tener socios que acreedores; estimular la producción para que crezcan las exportaciones agregándoles valor; y reformar la estructura del Estado promoviendo la descentralización y las autonomías, porque esas son las únicas vías posibles para reducir el gasto fiscal desaforado. Mirar los acontecimientos de Argentina como hechos lejanos, supone no estar conscientes del peligro. Hay que actuar de inmediato porque la crisis argentina ya está entre nosotros.Tipo de ítem | Biblioteca actual | Signatura topográfica | Info Vol | Estado | Fecha de vencimiento | Código de barras | |
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BIBLIOTECA ECONÓMICA BCE - QUITO | El Telégrafo. 16 jul. 2001, p. A. 2 | Disponible |
Frente a la creencia de que la dolarización es escudo suficiente para estar a salvo de los efectos que serían diseminados por la enfermedad financiera hay que actuar con realismo pragmático. Yo creo que Ecuador tiene una ventaja para sacarle provecho a las dificultades que se avizoran: está a la zaga en materia de reformas económicas, pero ha dado un paso audaz con la dolarización. Es como haber avanzado tímidamente pocos metros sobre un camino fangoso y aparentemente sin retorno, en el que Argentina ya ha transitado el trecho más largo. Entonces el sentido común indica que un mínimo instinto de protección aconseja eludir los obstáculos para evitar las caídas del que va adelante. Y eso es lo que se debe hacer: no depender del endeudamiento para crecer, sino de las inversiones, porque es mejor tener socios que acreedores; estimular la producción para que crezcan las exportaciones agregándoles valor; y reformar la estructura del Estado promoviendo la descentralización y las autonomías, porque esas son las únicas vías posibles para reducir el gasto fiscal desaforado. Mirar los acontecimientos de Argentina como hechos lejanos, supone no estar conscientes del peligro. Hay que actuar de inmediato porque la crisis argentina ya está entre nosotros.
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