LA INCOHERENCIA DE LA INFLACION Y EL CONTROL DE PRECIOS
Tema(s): En: El Telégrafo 12 jun. 2001, p. A. 5Resumen: La lucha contra la inflación domina el interés nacional. Pero la solución no está en fijar los precios. Si lo que desean las autoridades es que la gente goce de bienestar debemos procurar incrementar la oferta de los productos que pueden consumir. Mientras más exista para consumir (ambos en cantidad y calidad) mayor será la capacidad de satisfacer las muy variadas necesidades de cada individuo en la economía. Y satisfacer las necesidades (y gustos) significa brindar bienestar. Mientras más necesidades y gustos pueda satisfacer más satisfecho estaré, mayor bienestar tendré. ¿Cuándo aprenderemos esta lección? Controlar los precios es controlar la cantidad de productos que los consumidores podemos consumir, es subordinar las leyes económicas a las leyes políticas, las cuales sufren el grave defecto de ser manipuladas por los vaivenes del poder. Esto equivale a sustituir a la libertad de elección (por parte del consumidor) por el privilegio (mediante una ley que protege a unos al desmedro de otros). Aquellos que apoyamos fervientemente la dolarización hemos denunciado desde siempre que los controles de precios, y en especial las limitaciones a las importaciones son un atentado en contra del bienestar y, en este caso, atentan directamente en contra de uno de los mejores mecanismos para la baja de los precios en el país: el libre mercado.Tipo de ítem | Biblioteca actual | Signatura topográfica | Info Vol | Estado | Fecha de vencimiento | Código de barras | |
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BIBLIOTECA ECONÓMICA BCE - QUITO | El Telégrafo. 12 jun. 2001, p. A. 5 | Disponible |
La lucha contra la inflación domina el interés nacional. Pero la solución no está en fijar los precios. Si lo que desean las autoridades es que la gente goce de bienestar debemos procurar incrementar la oferta de los productos que pueden consumir. Mientras más exista para consumir (ambos en cantidad y calidad) mayor será la capacidad de satisfacer las muy variadas necesidades de cada individuo en la economía. Y satisfacer las necesidades (y gustos) significa brindar bienestar. Mientras más necesidades y gustos pueda satisfacer más satisfecho estaré, mayor bienestar tendré. ¿Cuándo aprenderemos esta lección? Controlar los precios es controlar la cantidad de productos que los consumidores podemos consumir, es subordinar las leyes económicas a las leyes políticas, las cuales sufren el grave defecto de ser manipuladas por los vaivenes del poder. Esto equivale a sustituir a la libertad de elección (por parte del consumidor) por el privilegio (mediante una ley que protege a unos al desmedro de otros). Aquellos que apoyamos fervientemente la dolarización hemos denunciado desde siempre que los controles de precios, y en especial las limitaciones a las importaciones son un atentado en contra del bienestar y, en este caso, atentan directamente en contra de uno de los mejores mecanismos para la baja de los precios en el país: el libre mercado.
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