¿ES EL MOMENTO DEL SHOCK O DEL GRADUALISMO?

Las circunstancias por las que atraviesa el país han llegado al punto en el que las alternativas de política económica y las decisiones que deben adoptarse no necesariamente pueden seguir la misma lógica y el razonamiento que en años pasados, cuando el dilema para corregir los desequilibrios macroeconómicos se movía entre opciones gradualistas y aquellas denominadas de shock. Lo importante de todo esto es que cualquiera que sea la alternativa, deberá estar enmarcada en un programa completo, global y creíble. Esto significa un ambiente político adecuado, caso contrario, podríamos estar 'inventando' cualquier opción 'novedosa' pero tendrá corta vida y habremos quemado un valioso instrumento de política económica de aplicación futura. Nuevamente la economía se supedita a la política: el gradualismo o el shock serán meras formas técnicas de buscar solucionar la crisis económica cuando el real problema descansa en los actores políticos.