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EL ENGAÑADO

Por: Tema(s): En: Hoy 27 dic. 2012, p. 4Resumen: Hay una secretaría de Inteligencia. Hay una secretaria de Transparencia. Que evidentemente no sirven porque no son ni inteligentes ni son transparentes. Pero hay periódicos y periodistas de medios independientes que con inteligencia buscan transparencia. Y aún cuando aparece que lo hacen con afectación, descueran los secretos de los protegidos. De los que son llamados patriotas e íntegros. También hay dos o tres asambleístas que, a pesar del acorralamiento de la verdad y del rastacuerismo de los funcionales encubridores, acompañan el intento de evitar la impunidad absoluta. E investigaron y descubrieron que quien fuera homenajeado tanto como primo como protegido, había falsificado el título y engañado a una universidad de postgrado. Y un abogado en una corte del estado de Florida, de esas extrañas cortes en las que no meten la mano, completo el descuere. El testigo estrella dejaba hecho jirones la credibilidad. Todo esto estuvo escrito en las páginas de los periódicos y en imágenes en programas de noticias. Por tres sábados consecutivos esos textos y esas imágenes fueron convertidos en bazofia. El primo no era más que una víctima de la maldad esencial de los medios y del ánimo depredador de los opositores. En la obsesa negativa a rendirle la verdad al oponente político, que así ve a los medios, se encuentra el motivo en negar la evidencia del engaño. Únicamente cuanto fue físicamente imposible, aunque moralmente lo fue tiempo antes, el gobierno rescinde su cruzada y al guión de aludirse engañado y tener del defecto del confiado. Esto pasa, porque el confía en las personas, resuenan los áulicos. Aun en la evidencia del engaño y de la estratagema de la defensa, el gobierno intenta ganar. Se escuda en la defensa del engañado. Lo fue? Sin duda que el engañado no fue Correa. Él fue parte del engaño. Pues lo sostuvo aunque era manifiesto y decidió correr a la verdad únicamente cuando fue inevitable. Queda la tarea de impedir que esta pequeña historia mate la gran historia. El manejo de los bienes incautados sigue sin explicación.
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Analítica de Seriada Analítica de Seriada BIBLIOTECA ECONÓMICA BCE - QUITO Hoy. 27 dic. 2012, p. 4 Disponible

Hay una secretaría de Inteligencia. Hay una secretaria de Transparencia. Que evidentemente no sirven porque no son ni inteligentes ni son transparentes. Pero hay periódicos y periodistas de medios independientes que con inteligencia buscan transparencia. Y aún cuando aparece que lo hacen con afectación, descueran los secretos de los protegidos. De los que son llamados patriotas e íntegros. También hay dos o tres asambleístas que, a pesar del acorralamiento de la verdad y del rastacuerismo de los funcionales encubridores, acompañan el intento de evitar la impunidad absoluta. E investigaron y descubrieron que quien fuera homenajeado tanto como primo como protegido, había falsificado el título y engañado a una universidad de postgrado. Y un abogado en una corte del estado de Florida, de esas extrañas cortes en las que no meten la mano, completo el descuere. El testigo estrella dejaba hecho jirones la credibilidad. Todo esto estuvo escrito en las páginas de los periódicos y en imágenes en programas de noticias. Por tres sábados consecutivos esos textos y esas imágenes fueron convertidos en bazofia. El primo no era más que una víctima de la maldad esencial de los medios y del ánimo depredador de los opositores. En la obsesa negativa a rendirle la verdad al oponente político, que así ve a los medios, se encuentra el motivo en negar la evidencia del engaño. Únicamente cuanto fue físicamente imposible, aunque moralmente lo fue tiempo antes, el gobierno rescinde su cruzada y al guión de aludirse engañado y tener del defecto del confiado. Esto pasa, porque el confía en las personas, resuenan los áulicos. Aun en la evidencia del engaño y de la estratagema de la defensa, el gobierno intenta ganar. Se escuda en la defensa del engañado. Lo fue? Sin duda que el engañado no fue Correa. Él fue parte del engaño. Pues lo sostuvo aunque era manifiesto y decidió correr a la verdad únicamente cuando fue inevitable. Queda la tarea de impedir que esta pequeña historia mate la gran historia. El manejo de los bienes incautados sigue sin explicación.

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