ECUADOR Y EL BOOM DE INVERSIONES

En enero de 2011, en uno de sus llamados enlaces sabatinos, el presidente Rafael Correa aseguró que había un "boom" de inversiones hacia el Ecuador; eso, para comentar que preparaba la visita de una delegación de Qatar, encabezada por el emir Hamad bin Jalifa al Zani. "Estamos teniendo un boom de inversión extranjera. Hay muchísimos inversionistas y países interesados en el Ecuador", dijo. En ese entonces, las cifras oficiales no eran nada halagadoras. Según el Banco Central, el déficit comercial pasó de 234 millones en 2009 a 2 053 millones de en 2010; ese año, con inversión extranjera directa fue de unos 158,06 millones. Ese mes, enero de 2011, el presidente anunciaba un plan para bajar ese saldo negativo de 12 por ciento a 8 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) en 2014, que incluía la reducción de las importaciones en 1 500 millones. El plan era sencillo, abrir agregadurías comerciales en embajadas con énfasis en la China, el Brasil, la Argentina, México, Centroamérica y Oriente Medio. De ahí la emoción del presidente al anunciar la visita del Emir. Los países del golfo Pérsico, dijo el presidente, "normalmente tienen altos ingresos por el petróleo, pero son deficitarios en generación de alimentos para su población. Entonces, nosotros podemos ser el gran granero para esos países". Pues el Ecuador, hasta ahora, no es ni de lejos el granero de Oriente Medio, pero si hubo un crecimiento significativo de la inversión extranjera directa en 2011, claro que en comparación con 2010, según el último estudio de la Comisión Económica para América Latina. Al cierre de 2011, según el Banco Central, la inversión extranjera directa llegó a los 567,76 millones, que equivale a un crecimiento del 259,19 por ciento, pero siempre en comparación con 2010 cuando este ítem llegó 158,06 millones. Si bien hay un significativo crecimiento, la cifra sigue siendo nada en el contexto latinoamericano.