REQUIEM POR LOS FONDOS DE RESERVA

Con la aprobación del proyecto Correa por parte del 'Congresillo'; y, de las 13 observaciones incluidas en el veto presidencial, entradas en vigencia por el Ministerio de la Ley (al puro estilo de los gobiernos de las componendas y de los congresos pelucones), se ha consagrado la muerte súbita de los Fondos de Reserva del trabajador ecuatoriano, terminando con un derecho que por más de 71 años benefició y amparó a millones de trabajadores y sus respectivas familias o deudos. Estos últimos, que en caso de fallecimiento del trabajador tenían derecho a dicho fondo capitalizado de reserva. Afirmamos esto porque ya no solamente el concepto y finalidad de los mismos o la sencilla definición semántica no corresponden a lo actualmente impuesto por el presidente Correa, sino porque en la práctica dichos fondos desaparecen, así como desaparecieron los décimos (quinto y sexto) incluidos en una unificación salarial, que con el pretexto de flexibilización laboral cercenó derechos adquiridos por los trabajadores ecuatorianos. En el aspecto social, el impacto también es superior al supuesto beneficio, toda vez que el desempleo seguirá al alza por la falta de liquidez de las empresas; y, porque a futuro el monto a recibir como salario por el trabajador contratado traerá una rebaja del 8,33 por ciento, para justificar el pago del Fondo de Reserva; especialmente, en aquellos puestos cuyos salarios superaban el salario básico unificado.