LA PRIVATIZACION DE LAS ELECTRICAS ARGENTINAS MARCA PAUTA

La competencia entre las 32 empresas argentinas de generación eléctrica se hizo tan feroz que prácticamente comenzaron a regalar la electricidad. Los distribuidores, con libertad para comprar energía a cualquier firma generadora, estaban encantados. Por supuesto, los clientes también estaban felices. Los inversionistas, como Swenson, administrador de fondos de inversión, se mostraron poco entusiastas. En el caso de los Estados Unidos, el suministro de electricidad siempre ha sido uno de los sectores más estables y regulados de la economía. Las empresas aplican tarifas sobre la base de sus gastos y no el valor que podría alcanzar la electricidad en una estrategia de libre mercado. Los consumidores pueden confiar en que recibirán un suministro constante de energía, y también en un constante aumento de tarifas. Los inversionistas, en especial los jubilados, confían en los grandes dividendos que generan estas compañías. Sin embargo, en Argentina, Australia, Chile, Gran Bretaña y otros países, el sector eléctrico se ha convertido en algo completamente impredecible. Estas naciones has escindido sus empresas eléctricas y, hasta cierto punto, han creado compañías que luchan entre sí. Los consumidores se han beneficiado de una drástica baja del precio de la electricidad, y en la mayoría de los casos de un mejor servicio. Sin embargo, para las empresas esto se se " está convirtiendo en un caos ", según Tom Tribone, subdirector ejecutivo de AES Corp. de Arlington, Virginia.