DIFICIL TRANSFORMACION EN CUBA

El VI Congreso del Partido Comunista de Cuba (PCC) resolvió ahondar las reformas económicas iniciadas últimamente, pero no trajo la gran transformación esperada. Uno de los objetivos principales era mejorar la producción y reducir primero 500 mil y luego 1,3 millones de puestos de trabajo del Estado. El Gobierno se ve obligado a tomar estas medidas por el elevado endeudamiento externo, que asciende a casi US 20 000 millones, pero no desea abandonar el sistema socialista. Desde hace algunos meses, se abrió la posibilidad de que particulares realicen negocios en 178 sectores a cambio de elevados impuestos. Hasta el momento han sido entregadas 171 mil licencias. Ahora, el Congreso ha decidido más de 300 medidas adicionales, entre las que figuran la compraventa de casas y autos, la entrega de más tierras del Estado a campesinos y créditos a particulares. Se prevé conceder más autonomía a las empresas estatales e intentar una limitada descentralización. El modelo, destinado a mejorar los ingresos de la población, que hasta ahora percibía del Estado salarios sumamente bajos, no podrá ser implementado a corto plazo. No mermará el control ni la burocracia y los encargados de velar porque la reforma se cumpla, encabezados por el ex ministro de Economía Marino Murillo, forman parte del obsoleto aparato político y pertenecen a la línea dura del PCC.