LA REFORMA LATINOAMERICANA MANTIENE SU RUMBO, PESE A LA REPERCUSION SOCIAL
Tema(s): En: El Comercio 5 ago. 1996, p. B.5.Resumen: América Latina ha comenzado a crecer después de la severa recesión de 1995. Se espera que las principales economías del continente registren un crecimiento positivo en el segundo trimestre. Además la inflación está en niveles históricamente bajos. A pesar de lo positivo de estos indicadores, el costo social de la revolución libremercadista de América Latina ha comenzado a crecer: el desempleo crece a medida que se reduce la plantilla estatal y los gobiernos han decidido reducir los subsidios para mantener el déficit presupuestario bajo control. En Argentina el nombramiento de Roque Fernández como ministro de Economía demuestra que los líderes latinoamericanos creen que lo único que traerá una mejor vida a sus ciudadanos es la disciplina fiscal, la inflación baja y un comercio más libre. En Venezuela se abandonó el populismo por un plan de reformas aprobadas por el FMI. En Ecuador Abdalá Bucarám recorrió las mayores compañías del país para formar su equipo económico. Esta realidad impuesta por los inversionistas internacionales es de lo que depende América Latina para lograr su desarrollo y aún así es posible que se sufra más dolor antes de verse los beneficios sociales de las políticas de libre mercado en la región. Gert Rosenthal, de la CEPAL, calcula que la economías latinoamericanas tendrían que crecer a un ritmo anual del 6 por ciento antes que comience a compensarse de manera significativa los costos de la reconstrucción; sin embargo se espera un crecimiento de apenas el 2,7 en 1996 y el 4,2 por ciento para 1997.Tipo de ítem | Biblioteca actual | Signatura | Info Vol | Estado | Fecha de vencimiento | Código de barras | |
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Analítica de Seriada | BIBLIOTECA ECONÓMICA BCE - QUITO | RESUM-008073 (Navegar estantería(Abre debajo)) | El Comercio. 5 ago. 1996, p. B.5. | Disponible |
América Latina ha comenzado a crecer después de la severa recesión de 1995. Se espera que las principales economías del continente registren un crecimiento positivo en el segundo trimestre. Además la inflación está en niveles históricamente bajos. A pesar de lo positivo de estos indicadores, el costo social de la revolución libremercadista de América Latina ha comenzado a crecer: el desempleo crece a medida que se reduce la plantilla estatal y los gobiernos han decidido reducir los subsidios para mantener el déficit presupuestario bajo control. En Argentina el nombramiento de Roque Fernández como ministro de Economía demuestra que los líderes latinoamericanos creen que lo único que traerá una mejor vida a sus ciudadanos es la disciplina fiscal, la inflación baja y un comercio más libre. En Venezuela se abandonó el populismo por un plan de reformas aprobadas por el FMI. En Ecuador Abdalá Bucarám recorrió las mayores compañías del país para formar su equipo económico. Esta realidad impuesta por los inversionistas internacionales es de lo que depende América Latina para lograr su desarrollo y aún así es posible que se sufra más dolor antes de verse los beneficios sociales de las políticas de libre mercado en la región. Gert Rosenthal, de la CEPAL, calcula que la economías latinoamericanas tendrían que crecer a un ritmo anual del 6 por ciento antes que comience a compensarse de manera significativa los costos de la reconstrucción; sin embargo se espera un crecimiento de apenas el 2,7 en 1996 y el 4,2 por ciento para 1997.
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