¿EL MODELO CHILENO ES EL EJEMPLO QUE ARGENTINA DEBE SEGUIR?

No se puede saber si el presidente argentino, Eduardo Duhalde, podrá culminar su período, pero mucho dependerá de lo que haga para mejorar el panorama económico. Sin considerar el oscuro entorno, el presidente tiene una gran ventaja: su vecino Chile es un modelo de éxito en un país con una experiencia similar. 8 años después de que Chile inició la reforma que abrió la economía a la competencia, el peso estaba devaluado en un 78 por ciento y había una gran mora en la deuda externa privada. Hasta 1985 la economía chilena seguía igual, el desempleo crecía y la inflación estaba fuera de control. Pero en 1985, el ministro de Finanzas, Hernán Buchi, lanzó un programa de reestructuración de deuda y un paquete de reformas estructurales de mercado. En los siguientes 4 años el crecimiento del PIB fue del 7,3 por ciento anual y el desempleo cayó al 6 por ciento. La inversión entre 1985 y 1988 creció al 12 por ciento. Para salir de la crisis, el sistema bancario argentino debe ser recapitalizado y mejorada su supervisión; deben disminuirse las tarifas para importaciones, para impulsar al exportador a ser más competitivo; así como aplicar programas de asistencia social para pobres y desempleados, como hizo Chile a mediado de los ochenta. Sin crecimiento es difícil que Duhalde sobreviva.