HAY QUE IMPONER LIMITES AL GASTO GUBERNAMENTAL

El sistema impositivo de los Estados Unidos es complejo y afectado por tasas altas, por lo que requiere una reforma, la que para ser efectiva tendría que estar acompañada por medidas que desalienten el crecimiento del gasto gubernamental. El proceso político de las democracias virtualmente garantiza que el gasto gubernamental dependa de la estructura impositiva. Por ello, un presupuesto equilibrado puede ser un paso correcto en la simplificación del sistema impositivo, siempre que se alcance bajando gastos y no subiendo impuestos. Ultimamente el gasto gubernamental estadounidense ha sido frenado por la recaudación; tanto el ejecutivo como el Congreso hubieran propuesto aumentos considerables a los gastos en salud y otros programas si el electorado no los hubiera obligado a preocuparse por el déficit. Igualmente, el gasto público en muchos países europeos sería mayor si no tuvieran que mantener su déficit por debajo del 3 por ciento para ser admitidos en la unión monetaria. Pero hay que encontrar mejores maneras de limitar gastos, especialmente si se introduce la tasa única en el Seguro Social. Se podría establecer un tope del gasto federal en función del PIB, o fijar como límite el actual nivel en función del PIB.