LOS NIÑOS DE LA NAVIDAD
Tema(s): En: Hoy 25 dic. 2002, p. A. 4Resumen: Si los índices de pobreza y de concentración de la riqueza son inaceptables para la sociedad ecuatoriana en su conjunto, lo son aún más para la infancia. El 50 por ciento de los infantes menores de cinco años sufre de desnutrición, lacra insanable durante toda la vida. Un 5 por ciento de la niñez muere de enfermedades curables antes de cumplir 5 años. El 44 por ciento de los niños y las niñas en edad de ciclo básico carece de acceso a ese nivel de instrucción. Un millón de menores de 5 años no tiene protección material e intelectual, incluso afectiva. El 81 por ciento de niños y niñas, adolescentes y madres pobres no accede a una atención preventiva de salud. El salario mínimo vital (148 dólares) no cubre la mitad de la canasta familiar básica (351 dólares), justo en aquellos hogares con más hijos e hijas. Las escuelas fiscales, en donde estudian los y las pobres, no disponen de una infraestructura básica: 98 por ciento de las escuelas unidocentes carecen de alcantarillado, no conocen qué son materiales didácticos. Por eso, gran parte de esta infancia, para la cual la Navidad discurre en las calles, envejecerá en la pobreza. Y esa vulnerabilidad aumentará su dependencia, y con ella vendrá la falta de libertad que ahondará la pérdida del autorrespeto. Para esos niños y niñas no habrá futuro mientras la corrupción campee en la sociedad.Tipo de ítem | Biblioteca actual | Signatura | Info Vol | Estado | Fecha de vencimiento | Código de barras | |
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Analítica de Seriada | BIBLIOTECA ECONÓMICA BCE - QUITO | Hoy. 25 dic. 2002, p. A. 4 | Disponible |
Si los índices de pobreza y de concentración de la riqueza son inaceptables para la sociedad ecuatoriana en su conjunto, lo son aún más para la infancia. El 50 por ciento de los infantes menores de cinco años sufre de desnutrición, lacra insanable durante toda la vida. Un 5 por ciento de la niñez muere de enfermedades curables antes de cumplir 5 años. El 44 por ciento de los niños y las niñas en edad de ciclo básico carece de acceso a ese nivel de instrucción. Un millón de menores de 5 años no tiene protección material e intelectual, incluso afectiva. El 81 por ciento de niños y niñas, adolescentes y madres pobres no accede a una atención preventiva de salud. El salario mínimo vital (148 dólares) no cubre la mitad de la canasta familiar básica (351 dólares), justo en aquellos hogares con más hijos e hijas. Las escuelas fiscales, en donde estudian los y las pobres, no disponen de una infraestructura básica: 98 por ciento de las escuelas unidocentes carecen de alcantarillado, no conocen qué son materiales didácticos. Por eso, gran parte de esta infancia, para la cual la Navidad discurre en las calles, envejecerá en la pobreza. Y esa vulnerabilidad aumentará su dependencia, y con ella vendrá la falta de libertad que ahondará la pérdida del autorrespeto. Para esos niños y niñas no habrá futuro mientras la corrupción campee en la sociedad.
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