CONTROL Y REGULACION

El tiempo para que finalmente sea aprobada la Ley de Regulación y Control del Poder del Mercado marcha inexorablemente. Pronto será convocado el Pleno para el segundo debate y a partir de ahí todo es cuesta abajo, con o sin votos. ¿Era realmente necesario hacerlo por la vía de lo económico urgente teniendo en cuenta la dificultad de conceptos que incluye? ¿Entienden realmente los asambleístas el alcance de los artículos que contiene esta ley? El argumento más contundente que se esgrime para justificarla es que Ecuador es uno de los pocos países que no cuenta con una y por lo tanto es requerida. Realmente contundente. ¿Quiénes están amparados por la Ley? ¿Los consumidores? ¿Y entonces por qué se incluye a la economía social y solidaria como beneficiaria de la ley? ¿Qué va a ocurrir con los monopolios estatales? Las críticas a la ley incluyen la inconstitucionalidad: violación de la intimidad de las personas (en el proceso de investigación, artículo 46) y limitación de la defensa de las mismas (artículo 66). La ley también tipifica que existirá infracción de parte de las autoridades que admitan recursos que concedan o admitan recursos para impedir, restringir o falsear la competencia (artículo 76). Realmente una ley suprema. ¿Por encima de la constitución? Una ley poderosa con una institución poderosa (la superintendencia) con un enorme poder discrecional. Temible.