LA CAN CONTRA EL LIBRE MERCADO
Tema(s): En: El Universo 25 mar. 2009, p. 6Resumen: En 1991 la CAN estableció la normativa 608 "para la protección y promoción de la libre competencia", regulación que no hace ni lo primero ni lo segundo. Ahora el "Congresillo" ecuatoriano pretende crear legislación para implementarla a nivel nacional a manera de combatir supuestos monopolios. Esta normativa presume que libre competencia es cuando el Estado la diseña. Pero lo libre competencia solamente es libre si no hay una autoridad o poder que la dictamine. El mercado perfecto no existe así como tampoco existe la competencia perfecta. Sin embargo, la historia demuestra que el mercado supera al Estado en la satisfacción de necesidades y planes individuales. Además, en un "libre mercado" las transacciones suelen ser voluntarias. Donde no lo son, entonces se trata de un sistema mixto, mercantilista o socialista. Pero el espíritu de la normativa 608 y de las leyes nacionales que lo copien ignoran la soberanía del consumidor y le darían a las autoridades estatales el poder de asignar a distintas empresas porciones del mercado de una gama ilimitada de productos y servicios a su antojo. Eso es el mercantilismo latinoamericano: el estado distribuye las ganancias. No importa lo que quiere el consumidor.Tipo de ítem | Biblioteca actual | Signatura | Info Vol | Estado | Fecha de vencimiento | Código de barras | |
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Analítica de Seriada | BIBLIOTECA ECONÓMICA BCE - QUITO | El Universo. 25 mar. 2009, p. 6 | Disponible |
En 1991 la CAN estableció la normativa 608 "para la protección y promoción de la libre competencia", regulación que no hace ni lo primero ni lo segundo. Ahora el "Congresillo" ecuatoriano pretende crear legislación para implementarla a nivel nacional a manera de combatir supuestos monopolios. Esta normativa presume que libre competencia es cuando el Estado la diseña. Pero lo libre competencia solamente es libre si no hay una autoridad o poder que la dictamine. El mercado perfecto no existe así como tampoco existe la competencia perfecta. Sin embargo, la historia demuestra que el mercado supera al Estado en la satisfacción de necesidades y planes individuales. Además, en un "libre mercado" las transacciones suelen ser voluntarias. Donde no lo son, entonces se trata de un sistema mixto, mercantilista o socialista. Pero el espíritu de la normativa 608 y de las leyes nacionales que lo copien ignoran la soberanía del consumidor y le darían a las autoridades estatales el poder de asignar a distintas empresas porciones del mercado de una gama ilimitada de productos y servicios a su antojo. Eso es el mercantilismo latinoamericano: el estado distribuye las ganancias. No importa lo que quiere el consumidor.
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