CUANDO EL DOLAR TAMBALEA

El dólar estadounidense se está derrumbando, la economía está haciendo implosión y una crisis de identidad está sacudiendo a los países de todo el mundo. Entonces, ¿qué obsesiona a los norteamericanos en este momento crítico? "Octamamá": la saga de Nadya Suleman, una madre joven soltera de Los Ángeles que, tras haber dado a luz a siete hijos, se sometió a tratamientos de fertilidad y ahora se está llevando a casa octillizos. En este momento, los norteamericanos están pasmados frente a la realidad de lo que ellos mismos han hecho. La burbuja inmobiliaria se infló y estalló, en parte, porque millones de norteamericanos pidieron prestado más de lo que podían devolver -y lo sabían-. Esto no amortigua en nada el dolor de aquellos que hoy pierden sus casas y toman conciencia de que algo extrañamente norteamericano y un poco perverso sucedió: millones de norteamericanos se sintieron seducidos por fantasías de una casa grande y bella, negligentes sobre sus propios planes para el futuro y aún así invadidos por una confianza demencial de que todo de alguna manera iba a salir bien. El optimismo norteamericano pasó a ser una maldición tanto como una bendición. El congelamiento del crédito es en parte obra de banqueros y gestores de fondos de inversión que actuaron como Nadya Suleman, apalancando el presente hacia un futuro irrealizable. Pero también es producto de los norteamericanos comunes y corrientes que acumularon más deuda en sus tarjetas de crédito que cualquier otra generación previa.