EL DOLAR Y SU CAIDA LIBRE

El dólar no ha dejado de caer y es posible que aún tenga un largo camino hacia abajo. No parece tratarse de una revaluación de algunas monedas, sino de la generalizada y mundial pérdida de confianza en la capacidad que tienen los Estados Unidos de seguir siendo el líder de la economía mundial. El proceso para los EEUU es similar al que los ecuatorianos vivimos cuando dejamos de creer que nuestro gobierno podía sostener el valor del Sucre y comenzamos a buscar otras formas de mantener nuestros recursos monetarios para evitar que se pierda su valor. Al parecer, los días de estabilidad para el dólar parecen haber terminado: el exceso de emisión para financiar la guerra en Iraq, el déficit comercial con China, el imparable endeudamiento y el crecimiento del déficit de presupuesto, han minado la confianza que mantenía el valor de esa divisa. El valor real de una moneda es equivalente a la riqueza que es generada por los ciudadanos del país que emite dicha moneda: cuantas más unidades de dinero se emitan, si la riqueza generada no crece, menos vale cada unidad. Así, mientras el dólar cae, el euro y la libra suben, junto con el oro, el cual es considerado como el último recurso para mantener el valor de la riqueza frente a una posible caída de todas las monedas a la vez; es decir, frente a la posibilidad de que colapse la economía mundial. Por este motivo, el valor de la onza de oro ha subido de forma importante en los últimos meses, puesto que es importante notarlo, si la economía de los Estados Unidos colapsa, lo hará llevándose consigo a la mayoría de la economía mundial, América Latina incluida.