BAKI Y EL COMERCIO EXTERIOR

Recién empezado el Gobierno del coronel, a Ivonne Baki le crearon y pusieron en sus manos una de las Secretarías de Estado más importantes en la vida del país, el Ministerio de Comercio Exterior, aquella área de la actividad económica del Ecuador que todavía no acaba de arrancar y cuyos propósitos y objetivos se podría creer que nuestra funcionaria del Gobierno parece confundir. A tal extremo, diría yo, que a ratos parece pensar que es la ministra de Comercio Exterior de Estados Unidos y no del Ecuador, que precisa de figuras públicas con enorme decisión de defensa y protección de los intereses nacionales. De otra forma, no se entiende por qué se empeña tanto en sacar al Ecuador del Pacto Andino, sin antes corregir errores y en cambio por qué apura la firma del Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos, la nación más desarrollada y poderosa del mundo y el Ecuador, nuestro pequeño país, subdesarrollado y permanentemente asaltado por propios y extraños con suficiente poder. ¿Le conviene al Ecuador la firma del TLC con Estados Unidos, así, sin beneficio de inventario, acatando todas las condiciones que él impone y sin tomar ninguna medida de protección a cambio? Conviene entonces pesar con detenimiento en detalle, si nos conviene o no el TLC en las condiciones que impone Estados Unidos. No firmemos al apuro algo tan delicado y de serias consecuencias. Detengámonos un poco para el necesario análisis. No nos pongamos ciegamente en manos de Estado Unidos, que busca nuestros pequeños mercados para sus excedentes industriales y que sumando uno a otro, obtendrá en Latinoamérica un megamercado manejable después de cada tratado binacional. Protejamos nuestra economía. Con firmeza. Sin complejos. Con valentía. Sintiéndonos de igual a igual.