BALANCE DE LA CUMBRE DE LAS AMERICAS EN QUEBEC

Si al final se consuma la creación del Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA) en el año 2005 nacerá el mercado más grande del mundo: 800 millones de consumidores y US 11 billones de renta. Es decir, el 20 por ciento del comercio y el 40 por ciento del producto interior bruto mundial. El proyecto ha sido dirigido desde el primer momento por los Estados Unidos. Esta III Cumbre de las Américas celebrada en Quebec (que tiene sus antecedentes en Miami en 1994 y en Chile en 1998) es tan sólo una forma de máxima arrogancia. Poco o nada se ha dicho de lo acordado. Los textos de las reuniones y los acuerdos se han mantenido en secreto hasta el final de la Cumbre. Todo este proceso responde a una lógica despiadada y eficaz: para crear un mercado no se necesitan ciudadanos, ni siquiera personas: son necesarios consumidores, empresarios y buenos resultados. Poco puede importar entonces la degradación del medio ambiente, la reducción de los salarios, la pérdida de la calidad de vida de los ciudadanos o la precariedad laboral. Se impone el dato macroeconómico, el beneficio de unos pocos convertido en progreso. Ficticio, por supuesto.