PENSAMIENTO CRITICO

En la Pro forma presentada por el Gobierno para el Presupuesto 2008, la inversión en educación no llega al 4 por ciento del Producto Interno Bruto, como estaba previsto, sino que baja del 3,35 por ciento al 3,2 por ciento. Esto, a pesar de que sube la inversión en lo social. Es posible que el descenso sea el resultado de la falta de metas, proyectos y programas en el sector. No es fácil gastar en un ámbito, en donde todo está en soletas. ¿Cómo explicarse, si no, que todos los años, pocas horas antes del inicio de clases, rectores y profesores recién parecen caer en cuenta que las aulas están destrozadas, que faltan pupitres, los baños están inmundos y no se ha pagado la luz ni el agua? Pero sin la voluntad de exponerse a un cuestionamiento constructivo a todo nivel, será muy difícil sacar de la mediocridad a la educación y a muchas otras estructuras humanas, más allá de las aulas. En su propuesta, el Contrato Social por la Educación menciona la necesidad de una Universidad Pedagógica Nacional, que seguramente sería un aporte a la profesionalización de la enseñanza. Pero también podría ser eficiente un enfoque más didáctico de las materias técnicas, lenguaje, historia, artes, etc., en todas las universidades, donde se debería rescatar a la docencia de la imagen que tiene, de ser opción para gente sin otros recursos. Una remuneración digna sería el primer peldaño. El reconocimiento, por parte de padres, futuros empleadores y políticos, del importante trabajo que desempeñan los profesores para toda la sociedad, ayudaría quizás más.