NO HAY MAGIA PARA ARGENTINA
Tema(s): En: El Comercio 29 dic. 2001, p. A. 4Resumen: Casi doce años ha durado la convertibilidad argentina antes de entrar en "terapia intensiva con pronóstico reservado". ¿Cómo se resuelve el problema?. Se barajan opciones, cada una con fortalezas y debilidades. La primera sugiere mantener la convertibilidad como está, pero no resuelve el problema fiscal, ni la falta de competitividad. No se arregla el desempleo. Otra propone devaluar el peso y mantener la convertibilidad. Esto agrava la situación de la caja fiscal, pone en riesgo el sistema financiero, debilita más al aparato productivo - empresarial, revive la inflación. Una tercera insinúa devaluar y dolarizar para eliminar la percepción de una nueva crisis cambiaria. Finalmente hay quienes aconsejan devaluar o indexar el peso a la inflación con lo que buscan llegar al modelo chileno. La salida es extremadamente compleja. No tiene nada de mágica. Va a ser dolorosa y larga. Se va a requerir la habilidad y precisión del relojero, la paciencia del monje tibetano y la perseverancia de la madre para salir del enredo.Tipo de ítem | Biblioteca actual | Signatura topográfica | Info Vol | Estado | Fecha de vencimiento | Código de barras | |
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Analítica de Seriada | BIBLIOTECA ECONÓMICA BCE - QUITO | El Comercio. 29 dic. 2001, p. A. 4 | Disponible |
Casi doce años ha durado la convertibilidad argentina antes de entrar en "terapia intensiva con pronóstico reservado". ¿Cómo se resuelve el problema?. Se barajan opciones, cada una con fortalezas y debilidades. La primera sugiere mantener la convertibilidad como está, pero no resuelve el problema fiscal, ni la falta de competitividad. No se arregla el desempleo. Otra propone devaluar el peso y mantener la convertibilidad. Esto agrava la situación de la caja fiscal, pone en riesgo el sistema financiero, debilita más al aparato productivo - empresarial, revive la inflación. Una tercera insinúa devaluar y dolarizar para eliminar la percepción de una nueva crisis cambiaria. Finalmente hay quienes aconsejan devaluar o indexar el peso a la inflación con lo que buscan llegar al modelo chileno. La salida es extremadamente compleja. No tiene nada de mágica. Va a ser dolorosa y larga. Se va a requerir la habilidad y precisión del relojero, la paciencia del monje tibetano y la perseverancia de la madre para salir del enredo.
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