FORTALEZCAMOS LA ECONOMIA REAL

La National Bureau of Economic Research, NBER, determinó, que un pico en la actividad comercial en la economía de EE.UU. en marzo de 2001 marca el fin de una expansión y el inicio de una recesión. Si a esto se suma el ataque terrorista del 11 de septiembre que precipitó la crisis económica de USA, que ha contraído dramáticamente el consumo, debemos entonces esperar una reducción generalizada de las importaciones desde EE.UU. lo que sin duda va a afectar nuestras exportaciones. Analizando en este entorno la economía ecuatoriana, que en dolarización se sustenta en ocho productos exportables, la mayoría deprimidos y donde petróleo representa el 47 por ciento, banano el 18, atún el 3.8, camarón el 4.5, otros del mar el 4.8, flores el 2 por ciento y otros el resto, donde un gran porcentaje de todas ellas se dirige a USA en franca recesión, debemos tener cuidado con la balanza comercial y el gasto público. Tener cuidado con estas variables conlleva adoptar como política prioritaria de Estado la promoción de las exportaciones y su diversificación, con objetivo final reducir la incidencia del petróleo, e inducir vía incentivos que las importaciones privilegien los bienes de capital, no de consumo; y como segunda política de Estado, la austeridad del gasto público, la reducción del tamaño del Estado y la asignación eficiente del gasto. Sin duda esto entraña como previsión crear Fondos de Estabilización Económicos para los exportables, no solo de petróleo, acumular una masa crítica de ahorro interno que la reforma previsional ha puesto en riesgo, obligar a los entes públicos invertir en el país, fortalecer el mercado financiero, atraer inversión extranjera a los sectores poco explotados vía incentivos tributarios, en suma, crear medios sustentables de reactivación dirigida de la economía real.