EL BANCO CENTRAL

El 28 de noviembre escuché una interesante conferencia de Mauricio Yépez, presidente del Directorio del BCE, sobre la vigencia institucional y la visión que desde su función tiene de la economía ecuatoriana. No coincido con los detractores, en términos de que el Banco Central debe desaparecer por la dolarización. Siempre habrá política monetaria -lo que no equivale a emisión monetaria-, cambiaria y de crédito, así como control del volumen de dinero -que no equivale a medio circulante-, entre otras razones. Es un error sostener que por el sector monetario y financiero no debe haber preocupaciones, porque los problemas se encuentran en la economía real o sea en la productiva y de servicios. Al igual que en esta columna señalé que no puede haber macroeconomía sana como resultado de estrangular a varios sectores productivos y sociales, lo que podría definirse como las microeconomías sectoriales, si los actores reales están afectados, terminará estándolo el sistema monetario y financiero, porque necesariamente este se sustenta en los sectores reales. En cuanto a la inflación, es bueno que esta descienda, pero no por castigar severamente la demanda y generar recesión económica. Mauricio tiene razón cuando señala que las observaciones no son relativas al BCE, pero el manejo de lo financiero y lo económico no puede desvincularse. No puede presentarse como maravilla aquello que tiene evidentes falencias.