INFLACION: ¿UN VIEJO FANTASMA QUE SE DISIPA?

Hasta el derrumbe total del sucre, la inflación era la variable que mejor medía la evolución de la macro y microeconomía. Hoy, reina la calma, una calma chicha ciertamente, pues los patrones económicos del país son básicamente los mismos , aunque la moneda que nos gobierna sea diferente. La inflación ha comenzado a verse como una variable marginal, sobre todo en quienes han adquirido ya un hábito pronunciado al consumo fuerte e ininterrumpido, aún a costa del crédito. Y este último detalle es lo peligroso de esta historia: cuando comienza a caer la inflación, al tiempo que sube el consumo, aparecen brechas peligrosas que suelen cerrarse con el crédito, en un primer momento, y con las quiebras dramáticas y traumáticas, en un segundo tiempo. En el Ecuador hay una caída de la inflación gracias a la dolarización, que a la vez se recrea en un consumismo abundante pero frágil a la vez. De modo que la inflación, como referente económico marginal, es una ficción en el Ecuador actual. Y las ficciones son de cuidado. Siempre será buena la noticia de que los precios caen, pero cuando la producción sigue estancada y el consumo, con los créditos, crecen a ritmos descomunales, todo el mundo debe estar prevenido, porque el fantasma de la inflación no se ha disipado.