DOGMAS SUPERADOS
Tema(s): En: El Comercio 23 mar. 2007, p. 4Resumen: Pero se mueve", fue la frase final, según algunos, expresada en voz baja, con la cual Galileo defendió su descubrimiento científico ante los agresivos y falsos dogmas religiosos de su tiempo. Así escapó de la horca y pudo continuar sus investigaciones. Algo parecido también ocurre con la teoría económica del mundo actual, cuando debe enfrentar ciertas posturas históricas que continúan contemplando mundos superados, pero que sirven de base para someterla a un escrutinio dogmático. Hablar de las escuelas económicas clásica, estructural, heterodoxa, marxista, keynesiana, neoclásica como posiciones puras que se enfrentan bajo argumentaciones opuestas e incompatibles entre sí, es desconocer la profunda evolución del pensamiento actual, que las ha amalgamado en aquellas partes que son consistentes y producen una versión, que podemos denominar ecléctica o, en palabras de Dornbush, de oportunista en su sentido maduro. El nuevo eje del pensamiento económico se sustenta en la 'racionalidad' con la cual actúan las personas y con ellas las instituciones o empresas que las dirigen. Es difícil engañar a las sociedades con planes o programas que no se engarzan de una forma consistente, o que introducen ciertos elementos poco convincentes. Por eso, creer que lo que hoy se llama política patrimonialista, o en términos entendibles sustentada en un Estado acaparador de responsabilidades, que todo lo hace o todo lo controla para llegar al cielo, es partir de una premisa disfuncional que desconoce las virtualidades del mundo del siglo XXI. Esa opción, cercana a la marxista pero ahora reencauchada, fracasó.Tipo de ítem | Biblioteca actual | Signatura | Info Vol | Estado | Fecha de vencimiento | Código de barras | |
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Analítica de Seriada | BIBLIOTECA ECONÓMICA BCE - QUITO | El Comercio. 23 mar. 2007, p. 4 | Disponible |
Pero se mueve", fue la frase final, según algunos, expresada en voz baja, con la cual Galileo defendió su descubrimiento científico ante los agresivos y falsos dogmas religiosos de su tiempo. Así escapó de la horca y pudo continuar sus investigaciones. Algo parecido también ocurre con la teoría económica del mundo actual, cuando debe enfrentar ciertas posturas históricas que continúan contemplando mundos superados, pero que sirven de base para someterla a un escrutinio dogmático. Hablar de las escuelas económicas clásica, estructural, heterodoxa, marxista, keynesiana, neoclásica como posiciones puras que se enfrentan bajo argumentaciones opuestas e incompatibles entre sí, es desconocer la profunda evolución del pensamiento actual, que las ha amalgamado en aquellas partes que son consistentes y producen una versión, que podemos denominar ecléctica o, en palabras de Dornbush, de oportunista en su sentido maduro. El nuevo eje del pensamiento económico se sustenta en la 'racionalidad' con la cual actúan las personas y con ellas las instituciones o empresas que las dirigen. Es difícil engañar a las sociedades con planes o programas que no se engarzan de una forma consistente, o que introducen ciertos elementos poco convincentes. Por eso, creer que lo que hoy se llama política patrimonialista, o en términos entendibles sustentada en un Estado acaparador de responsabilidades, que todo lo hace o todo lo controla para llegar al cielo, es partir de una premisa disfuncional que desconoce las virtualidades del mundo del siglo XXI. Esa opción, cercana a la marxista pero ahora reencauchada, fracasó.
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