LA HIBRIDEZ DE UNA PROPUESTA

La reacción natural de la gente ante la vigencia de un capitalismo sin rostro humano, ha sido manejada hábilmente por los neoliberales al utilizar varias estratagemas, entre ellas el desarrollo de la teoría del neoinstitucionalismo en la que han participado destacados intelectuales entre los que podemos citar a: Ronald Coase, Gary Becker, Michael Spence y Joseph Stiglitz. Ese enfoque si bien cuestiona el papel radical del FMI y BM, así como aboga por la regulación del sistema financiero, insiste en la necesidad de reformular la idea del mercado y de implementar claras reglas de juego, o mejor dicho, de introducir cambios institucionales que aseguren su eficiente funcionamiento. Además, insta a llevar a cabo las llamadas reformas de "segunda generación", esto es, supervisión del sistema financiero y leyes que permitan eliminar todo régimen de pensiones especiales, así como proponer el aumento de la edad para jubilarse. En definitiva, esta corriente si bien suaviza al modelo neoliberal, quitándole su carácter ortodoxo, en lo sustantivo no propone alternativas diferentes al mercado y, por lo tanto, tampoco existen soluciones confiables para enfrentar la pobreza, el subdesarrollo, la mala distribución del ingreso y todo el "apartheid" globalizado que genera la mundialización del capital. Cabe una pregunta: ¿Es lo mismo hablar de neoinstitucionalismo o neoliberalismo suavizado? Podemos decir que sí.