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MALAS NOTICIAS, BUENAS NOTICIAS

Por: Tema(s): En: El Telégrafo 6 ene. 2003, p. A. 5Resumen: No cabe duda que el gobierno de Gustavo Noboa deja un legado de despilfarro y de excesos fiscales, un desequilibrio en las finanzas públicas que ponen a la nueva administración contra la pared y con muy pocas opciones. Estas son las malas noticias. Indiscutiblemente, Lucio debe cerrar la brecha fiscal. El problema de las malas noticias está en el "cómo". Si lo hace, como se ha anunciado, aumentando los impuestos, estaremos cayendo en la trampa del estatismo y en las recetas de siempre. ¡Señores asesores económicos, la solución al problema no está en crear más impuestos!. La solución es totalmente al revés. Como dije que iba a ser optimista, debo comenzar por elogiar la decisión de nombrar a la Dra. Nina Pacari como Ministra de Relaciones Exteriores porque sus cualidades le ameritan un puesto como ése. Es más, su posición en contra del ALCA la convierte en la mejor garantía de que el Ecuador logrará las mejores concesiones en las negociaciones que se llevarán a cabo. El ALCA es inevitable, y no podemos perder la oportunidad de ingresar a una zona de cuasilibre comercio que nos traerá muchos beneficios. Pero, tampoco debemos ingresar a ciegas. La Dra. Pacari es nuestra mejor carta para que nuestros beneficios se maximicen. Me atrevo a sugerir que dentro de esta misma línea de pensamiento, el gobierno debería nombrar al Ec. Alberto Acosta y al Ec. Leonardo Vicuña como negociadores de la deuda externa y de la carta de intención con el Fondo Monetario Internacional respectivamente. En toda negociación, los "halcones" son mucho mejores para obtener ventajas. Tanto Acosta como Vicuña han sido enemigos implacables de la deuda externa y del FMI. Sabemos que no podemos repudiar la deuda ni soslayar al Fondo, esa es la realidad. Démosles la oportunidad para que saquen partido para el país. Ellos, defensores de los pobres y de las nuevas generaciones, son los candidatos ideales para resolver de una vez por todas el mal de la deuda externa y de las ingerencias del FMI.
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Analítica de Seriada Analítica de Seriada BIBLIOTECA ECONÓMICA BCE - QUITO El Telégrafo. 6 ene. 2003, p. A. 5 Disponible

No cabe duda que el gobierno de Gustavo Noboa deja un legado de despilfarro y de excesos fiscales, un desequilibrio en las finanzas públicas que ponen a la nueva administración contra la pared y con muy pocas opciones. Estas son las malas noticias. Indiscutiblemente, Lucio debe cerrar la brecha fiscal. El problema de las malas noticias está en el "cómo". Si lo hace, como se ha anunciado, aumentando los impuestos, estaremos cayendo en la trampa del estatismo y en las recetas de siempre. ¡Señores asesores económicos, la solución al problema no está en crear más impuestos!. La solución es totalmente al revés. Como dije que iba a ser optimista, debo comenzar por elogiar la decisión de nombrar a la Dra. Nina Pacari como Ministra de Relaciones Exteriores porque sus cualidades le ameritan un puesto como ése. Es más, su posición en contra del ALCA la convierte en la mejor garantía de que el Ecuador logrará las mejores concesiones en las negociaciones que se llevarán a cabo. El ALCA es inevitable, y no podemos perder la oportunidad de ingresar a una zona de cuasilibre comercio que nos traerá muchos beneficios. Pero, tampoco debemos ingresar a ciegas. La Dra. Pacari es nuestra mejor carta para que nuestros beneficios se maximicen. Me atrevo a sugerir que dentro de esta misma línea de pensamiento, el gobierno debería nombrar al Ec. Alberto Acosta y al Ec. Leonardo Vicuña como negociadores de la deuda externa y de la carta de intención con el Fondo Monetario Internacional respectivamente. En toda negociación, los "halcones" son mucho mejores para obtener ventajas. Tanto Acosta como Vicuña han sido enemigos implacables de la deuda externa y del FMI. Sabemos que no podemos repudiar la deuda ni soslayar al Fondo, esa es la realidad. Démosles la oportunidad para que saquen partido para el país. Ellos, defensores de los pobres y de las nuevas generaciones, son los candidatos ideales para resolver de una vez por todas el mal de la deuda externa y de las ingerencias del FMI.

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