CHINA O EL NUEVO COLONIALISMO

Las cifras de desempeño económico que muestra China son sorprendentes. Luego de 30 años ininterrumpidos de un crecimiento económico que promedia el 10 por ciento, el gigante asiático no solamente se convierte en la segunda economía mundial, sino que su presencia en los mercados internacionales genera expectativa e incertidumbre. Con reservas internacionales superiores a los 2,5 trillones, China cuenta con la billetera más liquida del planeta. Así también, y con 1 300 millones de habitantes (21 por ciento de la población mundial), es es el mayor consumidor de materias primas. Hasta ahí, las cosas van bien. Sin embargo, la ola de inversiones y financiamiento que hoy se observa ha comenzado a despertar sospechas sobre el real interés y el compromiso en los países en los que ahora mantiene inversiones o préstamos. Para muchos, el desembarco de los chinos en el mundo se observa como una invasión silenciosa y que va desde la adquisición de negocios familiares, tiendas de abarrotes y empresas hasta la entrega de megapréstamos a los Gobiernos centrales en condiciones financieras menos ventajosas a las que ofrecen los organismos internacionales, pero sin las exigencias de orden político y social que estos últimos suelen demandar. En cualquier caso, todo indica que el mundo deberá acostumbrarse a su presencia, no solamente como inversionistas y prestamistas, sino como ciudadanos integrados a la sociedad y propietarios de gran parte de los activos de este mundo.