EL FIN DE LA CRISIS BANCARIA

La entrega de las listas de deudores de Filanbanco por el presidente de la República parece que pone punto final a la etapa de expectativas que él mismo generó al anunciar su voluntad de sancionar a los responsables de la crisis bancaria y de recuperar el dinero de los ahorristas y del Estado. El presidente Noboa se desentiende del conocimiento directo del problema y lo traslada a los jueces y al Banco Central. Ahora será mucho más difícil el esclarecimiento de los hechos y el señalamiento de responsabilidades. La burocracia administrativa, la corrupción de los jueces y el manto del sigilo bancario lo evitarán. Pese a la buena voluntad del presidente, en los 18 meses de su gobierno, banqueros inescrupulosos con la complicidad de funcionarios de los bancos cerrados y la AGD -bajo control absoluto del gobierno- han consumado la segunda etapa del atraco, instrumentando reestructuraciones de deudas y daciones en pago que silenciosa e irresponsablemente ha recibido el Banco Central, actual depositario de los desechos que han entregado a voluntad los banqueros y empresarios morosos. El gobierno no ha podido tener éxito en el manejo de la crisis bancaria.