LA DECISION CORRECTA DE ECUADOR
Tema(s): En: Pulso Latinoamericano dic. 2000, p. 5Resumen: La decisión correcta del Ecuador de adoptar formalmente el dólar como su moneda fue un improvisado recurso de última instancia para contener el desplome de la banca y la moneda nacional. La dolarización en Ecuador ha funcionado bien, el país se adaptó con facilidad a la nueva moneda. El descongelamiento de depóstios no se tradujo en la fuga de capitales que se temía. La reciente reestructuración de los bonos Brady y la bonanza de los ingresos petroleros se unieron a la dolarización para causar una caída estrepitosa en el "spread" de los bonos ecuatorianos que se transan en Wall Street, y las encuestas muestran por primera vez en años que empresarios y hogares empiezan a mirar las cosas con optimismo. Pero serios problemas persisten: la reestructuración del sistema financiero está en pañales; los problemas estructurales de las finanzas públicas siguen vigentes; la corrupción sigue ahondando la desconfianza en la gestión de la cosa pública. Es dificl pensar que otro régimen cambiario pueda resistir mejor que la dolarización los problemas de gobernabilidad e inestabilidad política del Ecuador.| Tipo de ítem | Biblioteca actual | Signatura | Info Vol | Estado | Fecha de vencimiento | Código de barras | |
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Analítica de Seriada
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BIBLIOTECA ECONÓMICA BCE - QUITO | Pulso Latinoamericano. dic. 2000, p. 5 | Disponible |
La decisión correcta del Ecuador de adoptar formalmente el dólar como su moneda fue un improvisado recurso de última instancia para contener el desplome de la banca y la moneda nacional. La dolarización en Ecuador ha funcionado bien, el país se adaptó con facilidad a la nueva moneda. El descongelamiento de depóstios no se tradujo en la fuga de capitales que se temía. La reciente reestructuración de los bonos Brady y la bonanza de los ingresos petroleros se unieron a la dolarización para causar una caída estrepitosa en el "spread" de los bonos ecuatorianos que se transan en Wall Street, y las encuestas muestran por primera vez en años que empresarios y hogares empiezan a mirar las cosas con optimismo. Pero serios problemas persisten: la reestructuración del sistema financiero está en pañales; los problemas estructurales de las finanzas públicas siguen vigentes; la corrupción sigue ahondando la desconfianza en la gestión de la cosa pública. Es dificl pensar que otro régimen cambiario pueda resistir mejor que la dolarización los problemas de gobernabilidad e inestabilidad política del Ecuador.
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