OJO CON EL BANANO

Mientras nos ocupamos de temas intrascendentes, el mundo sigue adelante y sobre todo el mundo del banano, trae novedades sustanciales. 1) La Comunidad Económica Europea ha decidido finalmente reemplazar el obsoleto mecanismo de protección bananera que combinaba cuotas, licencias y aranceles por un mecanismo solo arancelario, y ha establecido ese arancel en 176 euros por tonelada. Sin duda demasiado alto, excesivo e inaceptable. Esto es el resultado de dos factores. Por un lado los europeos que proclaman el libre comercio y el apoyo al desarrollo, pero hacen exactamente lo contrario para mantener a sus productores bananeros que no son competitivos, de esa manera privan de ingreso a miles de agricultores y trabajadores en los países pobres. Por otro lado, nuestra (en Ecuador y América Latina) incapacidad para hacer un frente común alrededor de una posición única, porque no sabemos superar nuestra visión particular, cada uno jala el agua a su molino y al final todos perdemos; 2) Mientras tanto, el Gobierno expide el siguiente decreto ejecutivo: "Las empresas exportadoras de banano que hayan sido denunciadas por el productor, no podrán liberarse de sus relaciones comerciales con el denunciante, para lo cual, a más del beneficio del producto de la multa, tendrán derecho a mantener relaciones comerciales con el exportador que le compre el fruto a precio oficial y por un lapso no menor a un año". Es decir que no solo el Estado impone un precio mínimo, sino que en caso de incumplir este pago, se debe cancelar la multa y adicionalmente hay la obligación de mantener la relación comercial. El precio mínimo es en sí mismo un absurdo porque va en contra de lo que el mercado puede pagar dadas las condiciones de oferta y demanda, es doblemente absurdo porque nadie se pregunta qué pasa cuando el precio está mucho más alto en el mercado como sucede actualmente (la filosofía es "cuando el precio es atractivo, a disfrutar; caso contrario, a quejarse con el Estado"). Y este último decreto completa el absurdo: el empresario, en un mercado que supuestamente es libre y donde cada uno asume sus responsabilidades de ganar o perder, ahora tiene que mantener una relación comercial obligatoria con el denunciante. Estamos pensando en más medidas de "argollas" proteccionistas con la intervención estatal, en lugar de pensar en el incremento de productividad que solo se logra con inversión y creación de cadenas de producción y de valor.