EL FMI SABIA LO QUE VENDRIA
Tema(s): En: Líderes 7 ene. 2002, p. 12Resumen: Para el público de los Estados Unidos la crisis argentina sólo es otra de esas crisis tan comunes en América Latina, pero a los ojos de gran parte del mundo, las políticas económicas aplicadas llevan el sello de "made in Washington". El fracaso de esas políticas es también un fracaso para la política exterior estadounidense. Argentina, más que ningún otro país en desarrollo, apostó a las promesas del neoliberalismo. Por un tiempo la economía de libre mercado pareció reivindicada y sus partidarios reclamaron para sí el mérito. Luego la situación empezó a desintegrarse y el FMI no prestó ninguna ayuda. Sus funcionarios sabían desde hace tiempo que la convertibilidad era insostenible. El organismo pudo haber asesorado a la Argentina sobre cómo escapar de la trampa monetaria, pero en vez de eso aconsejó austeridad y más austeridad. Quienes alentaron a la Argentina en su desastroso rumbo político hoy se afanan en culpar a las víctimas.| Tipo de ítem | Biblioteca actual | Signatura | Info Vol | Estado | Fecha de vencimiento | Código de barras | |
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Analítica de Seriada
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BIBLIOTECA ECONÓMICA BCE - QUITO | Líderes. 7 ene. 2002, p. 12 | Disponible |
Para el público de los Estados Unidos la crisis argentina sólo es otra de esas crisis tan comunes en América Latina, pero a los ojos de gran parte del mundo, las políticas económicas aplicadas llevan el sello de "made in Washington". El fracaso de esas políticas es también un fracaso para la política exterior estadounidense. Argentina, más que ningún otro país en desarrollo, apostó a las promesas del neoliberalismo. Por un tiempo la economía de libre mercado pareció reivindicada y sus partidarios reclamaron para sí el mérito. Luego la situación empezó a desintegrarse y el FMI no prestó ninguna ayuda. Sus funcionarios sabían desde hace tiempo que la convertibilidad era insostenible. El organismo pudo haber asesorado a la Argentina sobre cómo escapar de la trampa monetaria, pero en vez de eso aconsejó austeridad y más austeridad. Quienes alentaron a la Argentina en su desastroso rumbo político hoy se afanan en culpar a las víctimas.
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