¿COLAPSARIA LA DOLARIZACION?

En las últimas semanas, se comenta insistentemente sobre los riesgos que soporta la dolarización, anticipándose, en opinión de los pesimistas, que esta podría colapsar porque no se habrían dado, o no se dan, las decisiones o instrumentos legales colaterales para mantener vigente el cambio del signo monetario sucre, al dólar de los Estados Unidos de América. Se habla, inclusive, de una solución híbrida, como la convertibilidad. Para apreciar el tema en su conjunto debemos empezar por recordar que aún con el sucre como moneda oficial del Estado ecuatoriano, su respaldo y valor estaban dados por el dólar, pues en esa moneda estuvo y está representada la reserva monetaria internacional. Por estar en la zona de influencia del dólar, ya estábamos vinculados a esa divisa. Si la devaluación y deterioro del sucre fueron permanentes, no se trataba de simplemente sustituir una moneda sana por otra extranjera, sino, por el contrario, de terminar con los problemas económicos que traía al país emitir su propia moneda. Con el sucre o con el dólar lo que colapsa es la economía, no la moneda, y las medidas complementarias para fomentar la producción, la movilización y comercialización de bienes y servicios, así como las exportaciones, última etapa de la cadena productiva; para contar con un sistema financiero sano que sea rentable, cobrando tasas de interés razonables; un Estado ágil y moderno que actúe como un aliado y no como freno a la libre empresa, tendrían y tienen que tomarse decisiones adicionales en la línea de una verdadera modernización, con o sin dolarización.