¿DONDE ESTAN LOS VERDADEROS PRIVILEGIADOS?
Tema(s): En: Hoy 15 mayo 2002, p. A.4Resumen: Del presupuesto 2002 del Fondo Monetario Internacional (FMI) se desprende varias perlas. En su directorio, en el cual laboran 25 directores ejecutivos, se subió el sueldo en 4,8 por ciento, luego de un incremento del 5 por ciento en el año 2001; alza que debe ser considerada en el contexto de una inflación inferior al 2 por ciento en EE.UU. Esos salarios que llegan a superar hasta los US 20.000 al mes, están libres de impuestos para muchos directores. En promedio los economistas que integran las misiones del FMI cobran unos US 12.000 mensuales, un traductor unos US 6.000 y un asistente principiante casi US 4.000. Sus alojamientos en los países receptores de estas misiones se dan bajo todas las estrellas hoteleras posibles. Algunos de sus funcionarios tienen la posibilidad de sacrificarse en sus países de origen contando con la seguridad de que sus cargos estarán bien guardados para cuando regresen cumpliendo las consignas de su alma mater. El gasto administrativo, este año, aumentará un 20 por ciento con un alza del 40 por ciento para viajes a los países en donde la crisis exacerbada por las propias políticas fondomonetaristas exigen una y otra vez la presencia de las misiones del Fondo. Frente a tamaño despilfarro se ratifica la necesidad de profundizar el ajuste. Pero eso es imposible. El FMI está al margen de cualquier control democrático. Responde a los intereses de los poderosos de la tierra, en particular de EE.UU. y cuenta con la sumisa devoción de los ministros de economía de los países pobres, permanentes candidatos a asalariados del Fondo, verdaderos privilegiados del ajuste neoliberal.Tipo de ítem | Biblioteca actual | Signatura | Info Vol | Estado | Fecha de vencimiento | Código de barras | |
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Analítica de Seriada | BIBLIOTECA ECONÓMICA BCE - QUITO | Hoy. 15 mayo 2002, p. A.4 | Disponible |
Del presupuesto 2002 del Fondo Monetario Internacional (FMI) se desprende varias perlas. En su directorio, en el cual laboran 25 directores ejecutivos, se subió el sueldo en 4,8 por ciento, luego de un incremento del 5 por ciento en el año 2001; alza que debe ser considerada en el contexto de una inflación inferior al 2 por ciento en EE.UU. Esos salarios que llegan a superar hasta los US 20.000 al mes, están libres de impuestos para muchos directores. En promedio los economistas que integran las misiones del FMI cobran unos US 12.000 mensuales, un traductor unos US 6.000 y un asistente principiante casi US 4.000. Sus alojamientos en los países receptores de estas misiones se dan bajo todas las estrellas hoteleras posibles. Algunos de sus funcionarios tienen la posibilidad de sacrificarse en sus países de origen contando con la seguridad de que sus cargos estarán bien guardados para cuando regresen cumpliendo las consignas de su alma mater. El gasto administrativo, este año, aumentará un 20 por ciento con un alza del 40 por ciento para viajes a los países en donde la crisis exacerbada por las propias políticas fondomonetaristas exigen una y otra vez la presencia de las misiones del Fondo. Frente a tamaño despilfarro se ratifica la necesidad de profundizar el ajuste. Pero eso es imposible. El FMI está al margen de cualquier control democrático. Responde a los intereses de los poderosos de la tierra, en particular de EE.UU. y cuenta con la sumisa devoción de los ministros de economía de los países pobres, permanentes candidatos a asalariados del Fondo, verdaderos privilegiados del ajuste neoliberal.
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