¿UNA LEY ANTIMERCADO?

En la Asamblea comenzó el debate sobre la Ley Antimonopolio elaborada por el Gobierno. Según el secretario de Planificación, René Ramírez, el proyecto apunta a terminar con la hiperconcentración económica, y regular los abusos de poder de mercado en sectores de concentración económica. Los reparos han llegado de diferentes sectores, el primero es de la Asociación de Bancos Privados que ha cuestionado la constitucionalidad del proyecto, porque abarca distintas materias. Pero aparte de esas observaciones sobre la constitucionalidad es necesario recordar algunas precisiones que hizo ayer a ese proyecto Fernando Rosales Ramos, articulista de HOY. Una ley que busca la sana competencia en el mercado no puede ser tratada por la vía urgente, la Asamblea debe entender que no es la Intendencia de Carondelet ni su tramitadora oficial; las infracciones deben ser precisadas con exactitud para evitar valoraciones subjetivas a la hora de la sanción, pero tal vez la más importante, el superintendente de Control de Poder del Mercado no puede ser dependiente del Ejecutivo, pues siempre quedará la duda de que la ley sea utilizada con fines políticos. Una ley antimonopolio debe poner reglas claras, no dedicatorias a ciertos sectores, porque en lugar de regular al mercado lo que puede terminar haciendo en realidad es asfixiar al mercado.