LENTO AVANCE EN LA UNION FINANCIERA

La nueva arquitectura financiera que se propone aplicar en la región aún no toma forma en la práctica. El tema depende de la decisión política y de las condiciones económicas de cada uno de los países. Esta propuesta está conformada por tres ejes: el Banco del Sur, el Sistema Único de Compensación Regional (Sucre) y el Fondo Único de Reservas. Pero si bien el Banco del Sur ya cuenta con el convenio constitutivo, recién hace ocho meses se retomaron los procesos, reconoció Hernán Cárdenas, del equipo técnico de esta institución. Para que el banco pueda empezar a operar, Cárdenas explicó que debe tener un mínimo de USD 4 667 millones de los 7 000 millones de capital inicial. Estos dineros deben provenir de al menos cuatro de siete países miembros. Pero todo depende de que el poder legislativo de cada país apruebe el convenio constitutivo de la entidad. En el caso del Sucre, solo Venezuela, Ecuador y Cuba han realizado transacciones. Diego Borja, presidente del Banco Central de Ecuador, señaló que esta iniciativa también está siendo seguida por otros países. Sin embargo, en el caso de Brasil, Argentina y Uruguay más bien están llevando adelante sistemas de pago con monedas locales. Daniel Gersten, del Banco Central de Brasil, calificó de positiva la experiencia con Argentina. Y para fines de año prevén aplicar con Uruguay. En este sistema, los países fijan un tipo de cambio de mutuo acuerdo. Para Rommy Calderón, jefe de Estudios de la Secretaría de la Asociación de Bancos de Desarrollo (Alide), ese sistema es complementario al del Sucre. Pero para que este último se concrete se necesitará tiempo, al igual que el fondo de reservas. Según dice, el contexto político y económico de cada país son determinantes para que los tres ejes de esta nueva arquitectura se apliquen.