NUEVA REFORMA TRIBUTARIA

Se anunció por parte del Régimen que se expedirían al menos ocho leyes con el carácter de orgánicas, una de ellas, la Tributaria, para blindarlas de posibles modificaciones en el futuro, por la dificultad que encierra cambiar una ley de esta categoría, y en el afán de darle permanencia a la norma. En su oportunidad, se advirtió lo inconveniente de esta política, ya que le resta flexibilidad para irse adaptando a la dinámica del tiempo y a sus variaciones, entendiéndose que los principios que las sustentan son los que deben ser orgánicos y perdurables, con lo cual se dotaría en gran medida de la indispensable seguridad jurídica que exige el desenvolvimiento de la sociedad. La economía, la sociedad, los países cambian, de ahí que este resulte en una de las motivaciones más atractivas a la hora de diseñar un esquema político que busque adherentes a un proyecto. ¿Por qué asumir que una ley no deba ser cambiada? La historia es un proceso que no ha empezado con este Régimen ni terminará con él, y que en numerosas ocasiones exige rectificaciones. De acuerdo a la filosofía del Gobierno, no sería comprensible que se dé una nueva reforma tributaria en tan breve lapso, que podrá ser aprobada, únicamente por contar con una significativa mayoría en la Asamblea.