POR FIN: ECUADOR Y LA UE

Finalmente el Ecuador adoptó esta semana una posición clara y, por lo demás, correcta sobre la negociación de un convenio comercial con la Unión Europea. Por varios motivos, unos de carácter multilateral como el fallido intento de negociar bloque a bloque con la CAN, y otros internos, por indefiniciones atribuibles a contradicciones gubernamentales, nuestro país no había asumido una postura definida para llegar a un acuerdo con la UE. Después de varias peripecias y dilaciones y de infructuosos intentos de mantener unida a la CAN, el Presidente Correa aceptó la invitación del Presidente la Comisión Europea para avanzar individualmente con el Ecuador en la negociación de un Convenio de Asociación -ya no necesariamente dentro de la CAN como se había planteado desde el inicio-, tal como lo había propuesto antes a Colombia y Perú. Para el efecto, dispuso que su Canciller visite Bruselas para fijar los entendidos dentro de los cuales nuestro país participará en la negociación. Con esta decisión, Correa no hizo sino constatar una realidad: no son conciliables los intereses de los países andinos en esta materia y hay que actuar en función de nuestras conveniencias.