2005, UN AÑO ECONOMICO EN TRES TIEMPOS

Ese primer tiempo frustrante concluyó con los vientos de abril. La fuga del coronel reabrió la puerta a la esperanza. Y el nuevo presidente, Alfredo Palacio, alimentó el ansia de transformación, cuando, sin esperar el tradicional visto bueno de las instancias determinantes del Consenso de Washington, nombró a Rafael Correa, un economista no ortodoxo, al frente del Ministerio de Economía. Correa, desde el inicio, planteó cambios. Priorizó la inversión social e incluso productiva sobre el servicio de la deuda, reorientando los fondos de ahorro del país. La modificación en las prioridades del gasto fiscal se evidenció en las reformas al FEIREP, aquel fondo antiético y antitécnico que tanto contento provocaba en la hinchada OCP. Este segundo tiempo esperanzador concluyó con la defección de Palacio. Con Magdalena Barreiro al frente del Ministerio, se cerró la puerta a la renovación. Su objetivo casi exclusivo es financiar el gasto fiscal para los últimos meses del año que concluye, así como el Presupuesto de 2006. Barreiro retomó el manejo contable de la economía tan propio de los OCP, quienes preocupados porque se demostró que si se puede cambiar de rumbo, han desatado una feroz campaña en contra de Correa, tratando de endilgarle los problemas que ellos mismo ocasionaron a la economía... El año 2006 empezará por la senda OCP, pero con una creciente conciencia ciudadana de que otra economía no solo que es deseable, sino posible.