RENEGOCIACION SI, NEGOCIADO NO
Tema(s): En: Hoy 14 sep. 2005, p. A. 4Resumen: Sin rodeos, reconozcamos como positiva la iniciativa del presidente Alfredo Palacio para renegociar los contratos petroleros. Ya era hora. La participación del Estado, o sea de toda la sociedad, en la explotación del petróleo no se ajusta al equilibrio de una adecuada relación contractual. En los últimos años, con el repunte del precio del crudo, la relación se volvió insostenible. Tanto, que el Estado, ante la limitación de recursos para atender muchas demandas sociales, traslada esta tarea a las empresas petroleras atiborradas de dólares, con utilidades acumuladas desde 2000 a 2004 de al menos US 2.548 millones. Si bien la renegociación de estos contratos es imperiosa, resulta sospechoso que el presidente Palacio haya adelantado un criterio sobre el reparto: 50 por ciento de la producción para el Estado y 50 por ciento para las compañías. El punto de partida de la renegociación no puede ser el planteado por el doctor Palacio; renegociación en la que, digámoslo con claridad, no tiene espacio alguno la compañía Occidental -OXY-, pues esta, al haber infringido sistemáticamente la ley, solo puede esperar la caducidad de su contrato. Ojalá que la iniciativa de Palacio abra la puerta a una verdadera renegociación y no sea la antesala de un nuevo negociado.Tipo de ítem | Biblioteca actual | Signatura | Info Vol | Estado | Fecha de vencimiento | Código de barras | |
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Analítica de Seriada | BIBLIOTECA ECONÓMICA BCE - QUITO | Hoy. 14 sep. 2005, p. A. 4 | Disponible |
Sin rodeos, reconozcamos como positiva la iniciativa del presidente Alfredo Palacio para renegociar los contratos petroleros. Ya era hora. La participación del Estado, o sea de toda la sociedad, en la explotación del petróleo no se ajusta al equilibrio de una adecuada relación contractual. En los últimos años, con el repunte del precio del crudo, la relación se volvió insostenible. Tanto, que el Estado, ante la limitación de recursos para atender muchas demandas sociales, traslada esta tarea a las empresas petroleras atiborradas de dólares, con utilidades acumuladas desde 2000 a 2004 de al menos US 2.548 millones. Si bien la renegociación de estos contratos es imperiosa, resulta sospechoso que el presidente Palacio haya adelantado un criterio sobre el reparto: 50 por ciento de la producción para el Estado y 50 por ciento para las compañías. El punto de partida de la renegociación no puede ser el planteado por el doctor Palacio; renegociación en la que, digámoslo con claridad, no tiene espacio alguno la compañía Occidental -OXY-, pues esta, al haber infringido sistemáticamente la ley, solo puede esperar la caducidad de su contrato. Ojalá que la iniciativa de Palacio abra la puerta a una verdadera renegociación y no sea la antesala de un nuevo negociado.
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