CON CORREA O SIN CORREA

Pasada la euforia llegó el momento de la verdad. A retomar los temas de fondo terminada esa especie de 'operación suicidio' que significó para el Ecuador Lucio Gutiérrez. El Gobierno debe definir una política de desarrollo global. No habrá confianza en la conducción económica por más pintado que sea el ministro de Economía si no se diseña -y sobre todo se aplica- un programa económico integral, cuya clave será la tan esperada reactivación productiva. De las incendiarias declaraciones del novel ministro hay que rescatar el sentido social de sus intenciones, especialmente porque nos hemos habituado a someternos a las equivocadas e inhumanas políticas impuestas por el FMI. Está probado que los ajustes inflexibles no han funcionado antes, aquí ni en ningún otro país. Es urgente la rehabilitación del aparato productivo ecuatoriano. Para ello, se requiere crédito bancario, que permita realmente promover el desarrollo, evitando que el país siga siendo un exportador neto de capitales. Con Correa o sin Correa, el país no puede esperar más. Aprovechemos la excepcional coyuntura internacional con precios récord de petróleo, remesas récord de emigrantes, pero con récord interno de pobreza, desempleo y subempleo, lacras que debemos combatir. Es irónico que se hable de una economía sana en un país enfermo en su realidad social.