TRATADO DE LIBRE COMERCIO
Tema(s): En: El Telégrafo 29 ago. 2004, p. A. 4Resumen: El título de libre comercio es sólo membrete y todo país quiere que se acepte lo que a su país favorece aun cuando eso no responda al espíritu inicial " y teórico" de que se apliquen reglas que permitan el libre comercio sin la competencia "llamada desleal" que sufren los países como el nuestro que por ser chico y con mercado interno pequeño, no puede subsidiar a sus productores, ni puede poner barreras arancelarias a productos que se comercializan internacionalmente a precios más bajos que los nuestros por su tecnología, sus subsidios, sus incentivos y por las barreras que generan, amparados en su mayor fuerza económica y de mercado. Concluí, que lo que debemos hacer es tratar de que lo que firmemos no nos maniate más y que resolvamos emprender una acción que atraiga a la inversión nacional y extranjera para industrializar nuestros productos agrícolas a fin de que esa inversión nos dé el escudo protector que nos permita exportar a los países, grandes y necesitados, nuestra producción generada en sociedad con extranjeros que atraigan el paraguas protector que favorece a ellos y nos perjudica a nosotros.Tipo de ítem | Biblioteca actual | Signatura topográfica | Info Vol | Estado | Fecha de vencimiento | Código de barras | |
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Analítica de Seriada | BIBLIOTECA ECONÓMICA BCE - QUITO | El Telégrafo. 29 ago. 2004, p. A. 4 | Disponible |
El título de libre comercio es sólo membrete y todo país quiere que se acepte lo que a su país favorece aun cuando eso no responda al espíritu inicial " y teórico" de que se apliquen reglas que permitan el libre comercio sin la competencia "llamada desleal" que sufren los países como el nuestro que por ser chico y con mercado interno pequeño, no puede subsidiar a sus productores, ni puede poner barreras arancelarias a productos que se comercializan internacionalmente a precios más bajos que los nuestros por su tecnología, sus subsidios, sus incentivos y por las barreras que generan, amparados en su mayor fuerza económica y de mercado. Concluí, que lo que debemos hacer es tratar de que lo que firmemos no nos maniate más y que resolvamos emprender una acción que atraiga a la inversión nacional y extranjera para industrializar nuestros productos agrícolas a fin de que esa inversión nos dé el escudo protector que nos permita exportar a los países, grandes y necesitados, nuestra producción generada en sociedad con extranjeros que atraigan el paraguas protector que favorece a ellos y nos perjudica a nosotros.
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