NUEVA POLITICA ECONOMICA

La política económica debe tener objetivos trascendentales e ineludibles como desarrollar la actividad productiva, elevar la productividad (producir más y mejor en los mismos recursos económicos disponibles) y mejorar el nivel de vida de la población. En el Ecuador y buena parte de América Latina y el llamado Tercer Mundo, por las condiciones de crisis y el elevado endeudamiento externo se ha perdido capacidad de manejo autónomo de la economía y las medidas que se toman generalmente no se corresponden con el interés nacional ni las prioridades para la utilización de los limitados recursos económicos. Por ello, desde hace décadas y con mayor fuerza en los últimos años el FMI es el real conductor y gestor de la política económica y los planes de Gobierno han sido sustituidos por los programas de ajuste que han tenido alcances en la epidermis fiscal y monetaria-financiera. Las razones estructurales -históricas del subdesarrollo son reforzadas por estas tendencias y situaciones, por ello, la política económica practicada- la que no está escrita en los libros- que la ejerce el FMI, sobre todo alrededor de lo procesos de renegociación de la deuda o de nuevos endeudamientos hay arrojado hoy como ayer resultados inevitables: inflación, recesión, devaluación permanente hasta la liquidación de las monedas locales, endeudamiento público masivo, baja productividad, débil capacidad competitiva, saqueos y corrupción, inestabilidad política, conflictividad social y violencia. Todo esto junto a la pérdida creciente de soberanía e identidad nacional. Por todo ello los atracos bancarios, las incumplimientos de los "acuerdos" con el FMI, la persistencia de la incertidumbre, inseguridad, desconfianza y los mal llamados "riesgos"-país. Cambiar la política económica, en sus contenidos y aplicación es una gran tarea de todos, cada vez es más urgente y necesaria la política económica productiva, socialmente equilibrada y soberana para ello hay que crear bases de concertación política y de apoyo social, para superar el grave problema del alto endeudamiento, de la sumisión a poderosos banqueros y financistas y a las políticas de "ajuste" que han retrasado más al País.