LA ECONOMIA CHINA, AL ROJO

Occidente parece hipnotizado por el meteórico crecimiento chino en su viaje desde la economía centralizada hacia el capitalismo. Pero tanta velocidad está haciendo chirriar la locomotora: bancos de negocios e incluso expertos del Gobierno han advertido de los riesgos de recalentamiento de un país cuyo PIB creció un 9,1 por ciento el año pasado, a pesar de la pneumonía típica, y en el que la inversión de activos fijos subió un 26,7 por ciento, las exportaciones un 34,6 por ciento y las importaciones un 39 por ciento. Este recalentamiento, libre de inflación, va en contra de la teoría económica clásica, que solo define el recalentamiento dirigido por el consumo. Los economistas aseguran que las perspectivas de crecimiento económico chino son brillantes, incluso si llega a producirse una apreciación del yuan o reinmimbi, actualmente ligado al dólar. Las previsiones de crecimiento son optimistas: Hong Kong and Shangai Banking anuncia un 7,5 por ciento; Morgan Stanley, un 7,8 por ciento; Deutsch Bank, un 8,7 por ciento y Goldman Sachs un 9,5 por ciento. La cifra oficial del Gobierno es del 7 por ciento.