UNA DECADA DE EXPORTACIONES

Como se ha decidido la apertura de nuestros mercados, que se perfeccionará en un lapso de 10 a 15 años, el Ecuador debe responder a este desafío concreto con hechos tangibles y reales, porque nuestra inserción en la globalización tiene que ser exitosa si no queremos causar grandes males a nuestra población de a pie. No hay otra forma de ser exitosos que la de competir internacionalmente a base del conocimiento de las formas modernas de producir y de saber hacer bien las cosas. Solo progresando en este sentido se puede obtener un mejor nivel de vida para nuestra población por hoy excluida de los beneficios del progreso económico y social. Y todo esto se resume en producir bueno y barato para competir con el exterior. Tenemos una experiencia de penetración de productos primarios, pero ahora debemos desarrollar productos exportables con más valor agregado. Pero un plan de exportaciones requiere también bajar los costes del país en todos los ámbitos que sea posible y propiciar una rentabilidad clara de los negocios de exportación, pues la empresa privada no invierte si no hay proyecciones ciertas de utilidades tangibles. Un plan decenal obligará a cualquier Gobierno a respetar las reglas asumidas para hacer del Ecuador un país competitivo. Bastante hay que trabajar con las medianas y pequeñas empresas que dan mucho empleo a la población y con los bancos que deben convencerse de que cuando bajen los precios del petróleo solo las nuevas exportaciones con alto valor agregado sustentarán la economía nacional.