EDUCACION, PRIORIDAD NACIONAL

Que la UNE esté politizada -o más correctamente, controlada por un partido político, y que constantemente hagan huelga para obtener mejores salarios y sea el estudiantado el que pague los platos rotos- sería lo de menos. Lo de más es que el presupuesto que se asigna a la educación, eje del futuro de un país, es pobrísimo y el que más sufre en épocas de crisis. Es que, aunque suene redundante, el futuro se construye con educación. La competitividad, palabra clave de la bien o malaventurada globalización, no puede basarse en otra cosa que no sea preparación y más preparación. Y no para hacer sumas y restas elementales de comercio exterior. La educación debe ser prioridad nacional, para lo cual "se requiere del compromiso y la decisión política del presidente Gutiérrez, del Congreso, de los partidos políticos y de la sociedad en su conjunto".