LA PRODUCCION : EMERGENCIA
Tema(s): En: El Comercio 18 jul. 2003, p. A. 5Resumen: Continuamente leemos en la prensa internacional las noticias sobre la preocupación de la organizaciones empresariales y públicas de los países más avanzados, por el sostenimiento y mejoramiento de sus niveles de productividad, cuidando que la economía no se deteriore y haciendo los máximos esfuerzos para que más bien se desarrolle y la sociedad asegure su progreso y mayor bienestar. Y nosotros ¿qué hacemos? Seguimos entrampados en las discusiones de pecados mortales del pasado, y como la impunidad campea, aumenta el desconcierto, la desmoralización y la pérdida de la esperanza. ¿Cuándo llega la hora de decir basta? Abajo las elites políticas, oligárquicas y populistas causantes de este desastre nacional. Debemos recobrar la fe e impulsar iniciativas que nos devuelvan la autoestima y la confianza en nuestras potencialidades, que las tenemos y muchas. Redoblemos el esfuerzo particular en nuestras actividades profesionales e insistamos ante la opinión pública para que el Estado adopte como prioridad básica el fomento de la producción nacional.| Tipo de ítem | Biblioteca actual | Signatura topográfica | Info Vol | Estado | Fecha de vencimiento | Código de barras | |
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Analítica de Seriada
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BIBLIOTECA ECONÓMICA BCE - QUITO | El Comercio. 18 jul. 2003, p. A. 5 | Disponible |
Continuamente leemos en la prensa internacional las noticias sobre la preocupación de la organizaciones empresariales y públicas de los países más avanzados, por el sostenimiento y mejoramiento de sus niveles de productividad, cuidando que la economía no se deteriore y haciendo los máximos esfuerzos para que más bien se desarrolle y la sociedad asegure su progreso y mayor bienestar. Y nosotros ¿qué hacemos? Seguimos entrampados en las discusiones de pecados mortales del pasado, y como la impunidad campea, aumenta el desconcierto, la desmoralización y la pérdida de la esperanza. ¿Cuándo llega la hora de decir basta? Abajo las elites políticas, oligárquicas y populistas causantes de este desastre nacional. Debemos recobrar la fe e impulsar iniciativas que nos devuelvan la autoestima y la confianza en nuestras potencialidades, que las tenemos y muchas. Redoblemos el esfuerzo particular en nuestras actividades profesionales e insistamos ante la opinión pública para que el Estado adopte como prioridad básica el fomento de la producción nacional.
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