BASTA DE HUELGAS

La Constitución prohíbe tajantemente las huelgas de empleados públicos que paralizan servicios básicos. Claro y sencillo. El país no puede permitir que continúe esta costumbre de cerrar las puertas para presionar por ventajas económicas, sean estas justificadas o no. Las leyes se deben respetar, y si no las consideramos adecuadas, pues hay que cambiarlas antes de violentarlas. Fue un error del Gobierno haber cortado sus asignaciones en el presupuesto, y quizás los ciudadanos no nos manifestamos con suficiente energía en contra de esa mezquindad. Se plantea eliminar gastos por el mismo monto en otras áreas. Aquí no se trata de seguir sumando, sino de priorizar. No nos desviemos de la ruta, discutamos solo eso: cómo lograr cobertura y presencia, con los medios existentes (más el adicional que Finanzas aportaría a cambio de otros gastos menos importantes). El resto viene después.