CIERRE DE LAS REFINERIAS

Nuevamente surge la idea de que el Estado ecuatoriano debe cerrar todas sus refinerías y que el país debe importar los derivados de petróleo, para satisfacer la demanda interna. El tema hay que verlo con la frialdad del racionamiento y de los números. Estimaciones preliminares indican que el costo de refinación de un barril es de US 3,40; sumados al precio internacional de la materia prima, la Empresa Estatal Petróleos del Ecuador (PETROECUADOR) tendría un costo total de producir un barril de derivados de US 25,40. Esto sin considerar el costo de transporte de derivados hacia los terminales. El precio de venta interno de un barril de derivados en terminales estuvo en 28, cuando el precio internacional fue de US 33. Es lógico que si se cierran las refinerías y el Estado ecuatoriano permite al sector privado importar todo el combustible, el Fisco recibirá un monto adicional muy interesante de recursos. Pero este resultado hay que compararlo con los efectos negativos que tiene la propuesta en términos de empleo, de Balanza de Pagos y de inflación. Así también hay que considerar la pérdida de lo que en libros valen las refinerías, el despido de los trabajadores y el problema regional. Nuestra conclusión es que cerrar las refinerías sería un error del Gobierno. El país importará más en dólares por combustible, de lo que exportaría en petróleo crudo, si el Gobierno compra la idea simplista y negativa de cerrar las refinerías.